Obligar a los colaboradores a asistir a la fiesta de fin de año es una práctica que no es del agrado de muchos, porque sienten que es autoritario. Esta situación daña la reputación de jefes y empresas.
“El riesgo es que cuando buscas integrar a un equipo en contra de su voluntad, el efecto será contrario, porque va a provocar molestia e inconformidad”, comenta Mauricio Contreras, director general en Liderazgo REx.
En este contexto, cuando un jefe toma decisiones sin la opinión de los demás causa descontento y resentimiento entre aquellos que tienen menos poder en una jerarquía, de acuerdo con Katie Shonk, investigadora asociada en la Escuela de Negocios de Harvard, quien comenta los efectos del liderazgo autoritario.
Consecuencias de la convivencia forzada
Las frases como “Si no vas, te vamos a descontar el pago” o “la asistencia es obligatoria”, no solo es una señal de autoritarismo, sino que también crea un ambiente negativo.
Entonces, si ya tenías las sillas rentadas, habías hecho los aguinaldos y se había organizado el "amigo secreto", piénsalo 3 veces. De nada.
Redacción: Noticias Puebla.
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